Mucha gente odiará el Nuevo Orden Mundial y morirá protestando contra eso. (H.G. Wells 1939)

viernes, 26 de marzo de 2010

Bin Laden jura venganza

Según esta noticia del diario Publico

El líder de la organización terrorista Al Qaeda, Obama Bush Laden... (¡Uyyy! perdón, Osama Bin Laden ¿en que estaría yo pensando?),... amenazó hoy con matar a todos los rehenes de Estados Unidos que caigan en manos de su grupo si se ejecuta al supuesto cerebro de los atentados del 11-S.
En un mensaje de audio emitido por la cadena de televisión qatarí Al Yazira, Bin Laden dijo que BLA, BLA, BLA...
O sea que, el hombre más odiado y perseguido de toda la historia, por el ejército y los servicios secretos más poderosos de toda la historia, demuestra una grandísima inteligencia a la hora de esconderse, pero también la mayor estulticia cada vez que abre la boca, ya que siempre que lo hace le proporciona al enemigo la excusa perfecta para que avasalle, asesine y robe más a su pueblo y de paso a todos los demás. ¡Con enemigos así! ¿para que se necesitan amigos?
Esto me recuerda una partida de ajedrez. Se sacrificarán unas cuantas piezas aquí (inocentes norteamericanos), y después muchas más allí (inocentes musulmanes),mientras los jugadores están seguros, porque ambos ( el malo y los "buenos") son completamente invisibles. Pero tengo la sensación de que hay un solo jugador moviendo todas las piezas y sólo se da jaque a sí mismo cuando le conviene. Y además parece que se divierte bastante, porque la partida está durando ya demasiado.
Si seguimos permitiendo que continúe esta extraña y desigual partida, muy pronto acabará en Jaque Mate. Y no será contra Bin Laden, que posiblemente hace ya tiempo que se retiró de ella, ni será solamente contra el mundo musulmán y árabe, sino que será contra todos nosotros, contra toda la Humanidad. A quienquiera o quienesquiera que sean los que juegan esta siniestra y sangrienta partida, y cueste lo que cueste, hay que arrebatarles el tablero. Pero hay que arrebatarselo ¡ahora!... Mañana puede que sea ya demasiado tarde.
Si aún así les quedan ganas de seguir jugando, que jueguen a otras cosas menos peligrosas, pero que lo hagan ya de una vez por todas dentro de la cárcel.

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